Feyenoord se impone al AC Milan en un duelo electrizante
Primer Tiempo: Equilibrio en la Posesión y Oportunidades
Durante el primer tiempo, el control del balón se mantuvo parejo, con AC Milan logrando un 53% de posesión mientras que el Feyenoord mantuvo un 47%. La defensa local se mostró constante, con actuaciones destacadas de Thomas Beelen y Dávid Hancko, bloqueando un total de cuatro disparos del Milan. Los visitantes intentaron igualar el marcador, abrumando al portero Timon Wellenreuther, que se convirtió en un obstáculo insuperable con seis paradas cruciales que aseguraron la calma en el conjunto neerlandés.
El Milan intentó presionar, acumulando un total de 12 disparos, de los cuales seis fueron a puerta. En contraste, Feyenoord tuvo 11 disparos totales, con solo dos a puerta. Aunque el Milan generó más situaciones ofensivas, la defensa neerlandesa y el portero estuvieron a la altura, impidiendo cualquier gol.
Segundo Tiempo: Cambios Tácticos y Nerviosismo en el Campo
Al comenzar el segundo tiempo, ambos entrenadores realizaron cambios tácticos para revitalizar sus equipos. Julián Carranza dejó su lugar en el Feyenoord a Hugo Bueno, mientras que el Milan introdujo a Fikayo Tomori y Samuel Chukwueze en busca de mayor creatividad en el medio campo y delantera.
El nerviosismo se hizo evidente a medida que el árbitro mostró tarjetas amarillas. Malick Thiaw del AC Milan fue amonestado en el minuto 51, seguido por Gijs Smal y Antoni Milambo del Feyenoord, reflejando un partido que exigía máxima concentración. Feyenoord acumuló un total de ocho faltas mientras que Milan registró nueve.
A pesar de los esfuerzos del AC Milan por igualar el marcador, la defensa del Feyenoord se mantuvo sólida e impenetrable. Aunque Strahinja Pavlović brilló para el equipo italiano, sus esfuerzos no lograron traducirse en un gol, con un 'expected goals' de 0.57 para el Milan, apenas inferior al 0.58 de Feyenoord, destacando la paridad del encuentro.
Conclusión: Una Victoria Valiosa
Con el tiempo agotándose, las últimas sustituciones aportaron frescura al juego, pero fue la disciplina defensiva y la gestión del tiempo del Feyenoord lo que aseguró el triunfo. La euforia en las gradas del "Stadion Feijenoord" alcanzó su apogeo con el pitido final del árbitro José María Sánchez Martínez, confirmando una valiosa victoria para los locales.
En resumen, el 1-0 a favor del Feyenoord no solo destacó el impacto del tempranero gol de Paixão, sino también la robustez defensiva y la madurez del equipo, enfrentándose con éxito a uno de los adversarios más formidables de Europa y asegurando tres importantes puntos en la competición continental.