Partido sin Aliento en Manizales: Once Caldas y Junior de Barranquilla Cierran 2-2 con un Final de Locos
Un Arranque Explosivo
En una tarde nublada en el Estadio Palogrande de Manizales, Once Caldas y Junior nos dejaron con el corazón en la boca con un duelo que pasó de todo menos desapercibido. El pitazo inicial fue como gasolina para el Once Caldas, que sorprendió al Junior apenas en el minuto 2, cuando Jefry Zapata la mandó a guardar y puso a vibrar el estadio.
Remontada 'Tiburona'
Pero la fiesta no duró mucho para los locales. Edwin Herrera le encajó un golazo al minuto 24 que dejó claro que el Junior no había venido de paseo. Hasta las hinchadas en redes parecían sentirlo, ¡el partido estaba en llamas!
El Dominio Blanco en la Primera Parte
Antes de que los ánimos se calmaran, Once Caldas volvió al ataque con Dayro Moreno al minuto 42, recordándonos por qué lo llaman un killer del área. Fue un momento de pura locura para los fanáticos del "blanco", que ya sentían que el partido era suyo.
Ajustes en el Segundo Tiempo
El segundo tiempo comenzó con movimientos estratégicos en ambos lados del campo. Aunque Once Caldas tuvo menos del balón, se notó en sus 13 tiros, y Junior, aunque más dominador con el balón, necesitaba convertir más que un empate para regresar a casa feliz.
Un Igualador de Último Minuto
La tensión estaba a tope cuando Junior, en el último respiro, logró empatar con un gol de Didier Moreno. Fue como una daga para los locales y un festejo desbordante para los visitantes.
Ocasiones Fallidas y Estadísticas
Ambos equipos buscaron el gol con hambre, pero la falta de puntería les costó mucho. Las cifras fueron claras, 255 pases de Once Caldas y 428 de Junior, reflejando una pelea cerrada por el control del partido.
El Arbitraje
El árbitro José Alexander Ortiz tuvo las manos llenas, mostrando tarjetas a Michael Barrios y Edwin Herrera. ¡Las redes estaban que ardían con cada decisión!
Conclusión
En un partido donde las emociones fueron de cero a cien, ni Once Caldas ni Junior salieron completamente satisfechos. Hasta el último aliento de ese empate 2-2 será un recuerdo situado en Manizales y más allá en las charlas de los fanáticos.