Deportivo Pasto Despierta Con Una Victoria, Mientras Santa Fe Decepciona Sin Fuego ni Goles
Primera Mitad: Un Juego Flojo y Sin Llamar la Atención
El primer tiempo fue un tedio total, con ambos equipos indecisos y sin chispa. Parecía más un entrenamiento que un duelo, con Santa Fe incapaz de imponer su juego con un triste 45% de posesión, enfrentándose a un Pasto que, aunque bien plantado, tampoco ofrecía espectáculo. Siete faltas y una sola tarjeta amarilla para Dairon Mosquera en el minuto 36 fue lo más relevante en un duelo que apenas dejó emociones para recordar. En redes sociales, los hinchas de Santa Fe lamentaban una primera parte "como ver la pintura secarse" y cuestionaban el desdén de su equipo en el campo.
Segunda Mitad: Una Brecha Sin Cambios y Desilusión
Al comenzar la segunda mitad, Deportivo Pasto, gracias al refresco en el medio campo con Juan Castilla, finalmente se animó a proponer algo más, mientras Santa Fe seguía sin encontrar su forma o deseo. El momento decisivo llegó con el solitario gol de Israel Alba en el minuto 66, una jugada que al menos provocó un poco de emoción entre los locales. Sin embargo, para los seguidores de Santa Fe, este fue el clavo en el ataúd de un equipo sin dirección ni propósito.
Tristezas y Desesperación
Santa Fe intentó reavivar sus opciones con cambios tácticos desesperados, logrando 10 remates, pero ninguno de peligro real. Ninguno de estos movimientos logró cambiar una defensa de Pasto que, sinceramente, tampoco fue puesta a prueba. Con cero remates a puerta, los hinchas de Santa Fe se sintieron traicionados, lamentando la poca garra y cuestionando cada decisión del cuerpo técnico.
El ambiente se enrareció mientras las tarjetas amarillas caían sobre el Pasto, incluyendo a Israel Alba, José Cuenú, Cristian Arrieta y Diego Martínez. A pesar de ello, Pasto mantuvo un puntaje perfecto ante un Santa Fe apagado y sin creatividad. El pitido final dejó una nube de frustración para el equipo visitante, agregando más leña al descontento caliente en redes sociales, con pedidos vehementes para cambios urgentes. Para los locales, la victoria fue una pequeña alegría en una noche que, de lo contrario, pasó con más bostezos que gritos de gol.